El mongo mongo es un dulce típico del Departamento de Córdoba en el Caribe Colombiano.
Se cree que se originó por la necesidad de conservar las frutas con las cuales se elabora. Se prepara y consume tradicionalmente en la época de Semana Santa, aunque ya se está vendiendo en las tiendas de dulces típicos durante todo el año. Sin embargo, su oferta es más limitada que la de otros productos, quizá por lo compleja que resulta su preparación.
El insumo principal es el plátano maduro, el cual, para esa fecha está en el momento de máxima productividad, al igual que las guayabas dulces y los mameyes. La costumbre de nuestros antepasados era cocinarlo a fuego muy bajo, aprovechando las brasas que quedaban encendidas después de cocinar los alimentos; este tipo de cocción le daba su característico color marrón oscuro. Se resalta que para garantizar su punto óptimo de cocción se ponía al fuego hasta por ocho días consecutivos.
INSUMOS Y PREPARACIÓN
20 plátanos maduros
4 plátanos verdes
2 papayas verdes
1 piña grande
2 mameyes grandes
1 docena de guayabas dulces maduras
1 coco rallado o picado muy fino (opcional)
4 mangos grandes hechos,es decir, que no sean verdes ni maduros (opcional)
3 panelas grandes criollas
Canela, clavos de olor y pimienta de olor (al gusto)
Se pelan los plátanos verdes y maduros y se ponen a cocinar junto con las papayas peladas y partidas; para esto se coloca una parrilla en el fondo del caldero, de tal manera, que se cocinen casi al vapor. Cuando hayan reposado se pasan por el molino.
En un caldero o paila grande, se echan las panelas partidas con un litro de agua, la canela, los clavos y la pimienta de olor y se pone todo esto al fuego. Cuando haya adquirido consistencia de miel, se agregan los plátanos y la papaya que se habían molido previamente, la piña rallada, las guayabas licuadas y coladas y los mangos rallados o licuados.
La cocción es a fuego muy bajo para que no se suba y se derrame; además hay que revolver constantemente con palote de madera para que la preparación no se pegue al fondo del caldero. Al evaporarse los líquidos, el dulce va tomando una consistencia pastosa, cada vez mas dura. En este momento se echa el coco rallado (opcional) y los mameyes pelados y picados finamente
Para conocer si ha dado el punto, se mete el palote en el dulce en forma vertical y no debe inclinarse; otra forma de conocer que ya está es revolviéndolo, porque deben hacerse unos caminos en el fondo de la paila que no desaparecen fácilmente. Como puede notarse, es un dulce exigente en su preparación, pero el resultado es incomparable.